martes, 18 de mayo de 2010

Los iberos y los celtas

Con el término celtíberos suele hacerse referencia a las tribus celtas o ... tanto de los celtas de la meseta como de los íberos de la costa. ... 40 KB (5.683 palabras) - 05:38 12 may 2010
Iberos
Los iberos o íberos fue como llamaron los antiguos escritores griegos a las gentes ... C.), los iberos reconquistan el noreste a los celtas, ... 43 KB (6.225 palabras) - 09:01 17 may 2010
Celta (redirige desde Celtas)
sentido amplio, Celtas (latín , Celtae; ... que hablaban Lenguas celtas pertenecientes a ... noreste ibérico a manos de los iberos, quedando así.

Las creencias

Religión oficial del Imperio romano en el siglo IV , ha influido de ... Aunque existen enormes diferencias en las creencias de aquellos que se ... 72 KB (9.687 palabras) - 19:34 17 may 2010
Portal:Irlanda/Mitología
idioma s originales, aunque irónicamente fue a través de fuentes romanas y cristianas, contemporáneas, que conocemos detalles sobre sus creencias. ... 2 KB (334 palabras) - 21:59 10 mar 2008
Mitología romana
La mitología romana, es decir las creencias mitológicas de los habitantes de la ... griegas para rellenar los huecos de las tradiciones romanas. ... 12 KB (1.472 palabras) - 11:43 22 abr 2010.

Patricios y plebeyos

En la antigua Roma la clase social de los patricios (en latín "patricii") estaba compuesta por descendientes de las treinta curias primitivas. Constituían la clase aristocrática, una nobleza de raza. Eran considerados superiores al resto de los habitantes: gozaban de todos los derechos, poseían tierras y eran los llamados a formar parte del ejército romano, la legión. Sólo ellos participaban del gobierno.

A medida que el peso social, político y demográfico de Roma aumentaba en el Lacio, la población de la ciudad no dejaba de crecer, fruto de la inmigración que el nuevo polo de poder regional iba atrayendo. A este aluvión de nuevos ciudadanos se les denominó plebe, plebeyos, en contraposición a los descendientes de los antiguos moradores de la ciudad, los patricios.

Con el paso del tiempo, el peso social, demográfico y político del patriciado fue decayendo. Poco a poco se fueron viendo obligados a ceder cada vez más cuotas de poder a los plebeyos, cuyo número y poder económico y social crecía constantemente.

Las tensiones larvadas entre los dos grupos fueron creciendo con el paso del tiempo, a medida que las obligaciones de patricios y plebeyos se iban igualando. Así, en algún momento entre el 560 y el 530 a. C. la población de plebeyos superó a la de patricios. Asimismo, los plebeyos pronto conformaron la mayor parte de los rangos y clases del ejército romano, que hasta entonces había estado reservado a los patricios.

Por fin estalló la primera crisis, la secesión plebeya del Monte Sagrado en el 495 a. C.. En ese año, siendo indispensable una leva por las necesidades de una guerra difícil, los hombres llamados a las armas se negaron a salir en campaña. Fue forzoso entonces para el cónsul Publio Servilio suspender temporalmente la ley en materia de procedimientos, poner en libertad a algunos encarcelados e impedir los arrestos por deudas, condiciones impuestas por los plebeyos para reincorporarse a las armas. Cumplidas estas condiciones, volvieron a las legiones y participaron en la campaña, pero el siguiente cónsul, Apio Claudio, patricio, revertió la situación, volviéndola al estado primitivo anterior a la campaña en la que los patricios tenían prioridad sobre los plebeyos.

Dioses griegos

En la mitología griega, los dioses olímpicos eran los principales dioses del panteón griego, que moraban en la cima del monte Olimpo, el más alto de Grecia. Hubo, en diferentes épocas, catorce dioses diferentes reconocidos como olímpicos, aunque nunca más de doce a la vez. De ahí que a veces se haga referencia a ellos como los doce olímpicos.


Los ayudantes de los dioses olímpicos, detalle de un bajorrelieve, sarcófago griego, c. 240 a. C. (Museo de Vallecas).Zeus, Hera, Poseidón, Ares, Hermes, Hefesto, Afrodita, Atenea, Apolo y Artemisa son siempre considerados dioses olímpicos. Hestia, Deméter, Dioniso y Hades son los dioses variables que completaban la docena. Perséfone pasaba tres meses al año en el inframundo (provocando así el invierno) y se le permitía volver al Olimpo los otros seis meses para poder estar con su madre, Deméter. Y, aunque Hades siempre fue uno de los principales dioses griegos, su morada en el mundo subterráneo de los muertos hacía su relación con los olímpicos más delicada.

Los olímpicos ganaron su supremacía en el mundo de los dioses gracias a que Zeus llevó a sus hermanos a la victoria en la guerra contra los Titanes. Zeus, Poseidón, Deméter, Hestia, Hades y Hera eran hermanos, y esta última era también la esposa de Zeus. Todos los demás olímpicos son normalmente considerados hijos de Zeus: Ares y Hefesto con Hera, Artemisa y Apolo con Leto, Afrodita con Dione, Hermes con Maia, Dioniso con la mortal Sémele y Atenea con Metis, aunque a veces se considera que esta última nació sólo de Zeus y, como venganza, Hera engendró sola a Hefesto. Cuando Afrodita no es incluida entre los olímpicos, se considera que nació de la espuma provocada en el mar (el dios Ponto) por la sangre que derramó Crono al castrar a Urano, su padre.

lunes, 17 de mayo de 2010

Alejandro Magno

Alejandro III de Macedonia, más conocido como Alejandro Magno; transliterado del griego Μέγας Αλέξανδρος, Megas Alexandros;[1] (n. Pella, 20 de julio de 356 a. C.[2] [3] – Babilonia, 13 de junio de 323 a. C.),[4] fue el rey de Macedonia desde 336 a. C. hasta su muerte y está considerado como uno de los líderes militares más importantes de la Historia, por su conquista del Imperio persa.

Tras consolidar la unificación de varias ciudades-estado de la antigua Grecia que estuvieron bajo el dominio de su padre, Filipo II de Macedonia, poniendo fin a la rebelión de los griegos del sur tras la muerte de éste, Alejandro conquistó el Imperio persa, incluyendo Anatolia, Siria, Fenicia, Judea, Gaza, Egipto, Bactriana y Mesopotamia, expandiendo las fronteras de Macedonia hasta la región del Punjab.

Antes de su muerte, Alejandro había planeado volver hacia el oeste y conquistar Arabia, la península Itálica e Iberia, además de continuar la expansión hacia el Oriente y encontrar el fin del mundo, idea que Aristóteles, su tutor durante la adolescencia, le había inculcado contándole historias sobre un lugar donde la Tierra acababa y empezaba el Gran Mar Exterior.

Alejandro promovió la incorporación de persas en el ejército y la administración a través de lo que ha sido definido por algunos académicos como una «política de fusión», y favoreció el matrimonio de miembros de su ejército con mujeres persas. Él mismo se casó con dos mujeres persas de noble cuna.

Tras doce años de continuas campañas militares, Alejandro murió, posiblemente de malaria, fiebre tifoidea o encefalitis vírica. Su única descendencia,[5] muerto a manos de Casandro a los 13 años, dejó el imperio a merced de sus generales, conocidos como los diádocos (sucesores), que lo fraccionaron y repartieron. Más de tres siglos después de dominio y colonización griega en áreas tan lejanas moría Cleopatra, la última descendiente de Ptolomeo I Sóter, uno de estos diádocos. Con este hecho acabó el período conocido como helenístico o alejandrino, que fusionó las culturas griega y mesoriental.

lunes, 26 de abril de 2010

Dioses Griegos

Los antiguos griegos tenían una gran cantidad de dioses del mar.

El filósofo Platón comentó una vez que los griegos eran como ranas sentadas en torno a un estanque: sus muchas ciudades abrazaban estrechamente la costa mediterránea, desde el continente helénico hasta Asia Menor, Cirene, Sicilia y el sur de Italia. Fue natural, por tanto, el desarrollo de una rica variedad de divinidades acuáticas. Los dioses del mar griegos incluyen desde poderes primordiales y un olímpico hasta héroes mortales, ninfas ctónicas, personajes tramposos y monstruos.

Resulta valioso estudiar estos dioses por varias razones. Primero, porque debido a que el mar fue una amenaza importante a lo largo de la historia griega, una gran cantidad de pensamiento moral, cosmológico y mitopoético envuelve a sus divinidades. Segundo, la amplia variedad y rareza de los dioses del mar griegos parece encerrar pistas sobre la prehistoria de la religión griega.

Diose Mesopotamicos

La mitología mesopotámica, es el nombre colectivo dado a las mitologías sumeria, asiria y babilónica.

Los sumerios practicaron una religión politeísta, con dioses antropomórficos que representaban fuerzas o presencias en el mundo, tal y como lo haría más adelante la civilización griega. En sus creencias establecen que los dioses originalmente crearon a los seres humanos para que estos les fungieran como sus sirvientes, pero los liberaron cuando estos fueron demasiados.

Muchas historias en la religión sumeria aparecen homólogas a las historias en otras religiones del Medio Oriente. Por ejemplo, el relato bíblico de la creación del hombre, así como la narrativa de la inundación universal y el arca de Noé se asemeja mucho a las historias asirias. Los dioses sumerios tienen representaciones distintamente similares en religiones acadias, cananitas y de otras culturas. Algunas de las historias y deidades también tienen sus paralelos griegos; por ejemplo, el descenso de Inanna en el inframundo se asemeja a la historia de Perséfone.